martes, 8 de diciembre de 2009

Trabajo estable. Preguntar por Leónidas



Llevamos dos semanas y la cosa se ha animado bastante. No llegamos a los objetivos dementes que nos ha impuesto el cliente, pero rascamos ventas entre una amplia gama de inquilinos de geriátricos. Yo sigo pasando las tardes escuchando llamadas, algo que comenté en la entrevista que no me gustaba demasiado. ¿No ha pedido caldo? Perdone, lo solucionamos en un momento. Aquí tiene un par de tazas. También cargo ordenes, que es en teoría para lo que me habían contratado (ocupa un 10% de mi jornada laboral)
Son las ocho de la tarde del jueves y me llaman al despacho.

- Hemos decidido que vamos a tirar a dos de las comerciales. Te lo decimos para que lo sepas antes de que se lo comuniquemos.
- ¿Y cuando tenéis pensado comunicárselo?
- Ahora. Por favor, diles que vengan.
- Ok.

Agradezco en el alma las milésimas de segundo que me han dado de margen, es un detalle que no se como interpretar. Les digo a las chicas que quieren decirles algo y se desconectan. Por un momento me pregunto si tengo que asistir al despido pero caigo en la cuenta de que soy solo un administrativo.

A los diez minutos salen, recogen sus cosas y se despiden de sus compañeros. No están demasiado afectadas, supongo que dejar de llamar a gente que no espera tu llamada y que ya ha sido bombardeada por la misma compañía a la que representas es un alivio, aunque te quedes en el paro.
Al rato entro al despacho, haciéndome el despistado.

- ¿Y quién ha tomado esta decisión?
- El cliente, llevan unos días en seguimiento por sus ventas. Han estado haciéndoles escuchas desde Madrid.
- Bueno, en mis escuchas no eran tan malas. Y estaría bien que cuando hagan seguimiento también lo hagamos nosotros.
- Lo estábamos haciendo.
- Ah.
Antes de que la conversación se vuelva más absurda me invento una excusa y voy hacia mi mesa.

El único que hace escuchas en la campaña soy yo, la chica de calidad (la que me seleccionó) hace un trabajo testimonial, se encarga de tantas cosas que no tiene demasiado tiempo. Igual para esta gente seguimiento es perseguir a la gente cuando sale. Saber si prefieren McDonalds o Burger King. Los perros o los gatos.

Se acaba el turno y la gente me pregunta por los motivos. Yo contesto que sé lo mismo que ellos (estoy a punto de decirles que también cobro lo mismo que ellos) Y por primera vez en mi vida en el telemarketing no tengo la sensación de estar en el fuego cruzado, puede que algunos de los agentes no se hayan creído mi total ignorancia en el asunto, pero me da bastante igual. No soy su jefe, según mi contrato.

De camino a casa, subido en mi renqueante Speedfight, pienso en las primeras frases del curso de formación.

"Es un trabajo muy estable. Si todos ponéis interés con el potencial que tenéis podéis estar aquí mucho tiempo. Repito, es una campaña estable"

Esta misma noche la página de infojobs regresa con fuerza a mis favoritos.

1 comentario:

karenina dijo...

Sería conveniente que consultaras al oráculo la próxima vez, Leonidas.