martes, 28 de diciembre de 2010

The Uruguay situation


Transcurre un mes y las llamadas que ya eran pocas bajan a casi ninguna. Horas en las que entre los siete agentes atienden a un curioso que no sabe donde llama, otro que pregunta su saldo y dos marroquíes que piden llamadas gratis.
En estas circunstancias cabría esperar que el jefe ya hubiera sufrido un par de mutaciones, causadas por sus múltiples ataques de ira irracional, pero no. De hecho, lleva dos semanas que parece una persona normal.

- Por la mañana hay días que ni viene - me cuenta mi compañera.
- Igual le han aumentado la medicación - le dijo, esperanzado.
- Yo creo que aquí va a pasar algo, porque los dos jefes de la compañía para la que trabajamos están de viaje y no volverán hasta dentro de dos semanas.
- Se habrán ido de vacaciones. Controlar tanta llamada desde la distancia debe agobiante.
- Mañana le preguntaré a Conchín a ver - me dice, ya totalmente convencida de la existencia de una conspiración.

Es el día siguiente y nada más llegar mi compañera me pone al día de sus investigaciones.

- Estos tíos están en Uruguay.
- ¿Te lo ha dicho Conchín? - pregunto, extrañado.
- No, se le ha escapado a Dorian.

Dorian es la persona que nos tiene que atender en ausencia de aquellos dos. No sé a quien se le ocurrió la idea, pero poner a este tipo de responsable de algo es como contratar a un teleoperador sordomudo. Sólo le hemos preguntado dos cosas. A la primera nunca llegó respuesta. La segunda fue peor, contestó con algo que no tenía nada que ver con el tema y como venía de Dorian, la cabeza visible de la compañía, procedimos tal y como dijo. Se lió parda.

El caso es que al ir a preguntarle la tercera duda, ha respondido que lo mejor será esperar a que vuelvan sus jefes de la formación de Uruguay.

- Así que se llevan esto allí - afirma mi compañera.
- No tiene mucho sentido. Si dices que tienes 250 agentes por turno sale rentable, pero somos 10 en total...
- Le he preguntado a Conchín, pero dice que no sabe nada - qué raro!, pienso.
- Igual quieren dejarnos como backoffice, para atender reclamaciones y movidas fuertes - pienso en voz alta. A los pocos segundos me doy cuenta que esta compañía apenas tiene reclamaciones. Apenas tiene clientes.
- Creo que deberíamos pedir una explicación - sentencia.
- Vale

Cuando llega el jefe le asaltamos en su despacho. No le damos tiempo a transformarse.

- Sí, se van a llevar parte de las llamadas a Uruguay.
- ¿Qué parte?
- Las recargas.
El 80%, pienso.
- ¿Y qué atenderemos aquí?
- Información comercial. Y nos encargaremos del backoffice.
- ¿Todos? - digo, incrédulo.
- No, haremos reestructuración. Estoy intentando que acepten un proyecto de llamadas salientes, pero aun no está claro.

Así que aquí terminamos. Cuando ves a las ratas saludarte desde otro barco sabes que ya es hora de saltar al mar.



domingo, 3 de octubre de 2010

Él, él mismo e Irina


Las dos primeras semanas me siguen cayendo palos que no me corresponden. El nivel de planificación de esta gente es nulo, yo que soy una de las personas más desordenadas del planeta parezco Vic Mackey.
Pasado ese tiempo de trabajo sin sentido, de hojas de excel sin fórmulas y de alguna que otra conversación/bronca ridícula, le pillo el truco a la cosa y la voz en mi cabeza que me insistía en mandarlos a la mierda baja considerablemente su intensidad. Tres semanas después a los que entraron en diciembre se les acaba el contrato de la ETT y la empresa les hace uno de obra y servicio. En su línea de control total parece que por error también me lo hacen a mi. Hasta me ponen que soy coordinador.
Es el trabajo de mis sueños:
- 7 horas de lunes a viernes.
- No madrugo
- Cobro plus de idiomas + plus de coordinador.
- Me paso las tardes metido en internet mirando tonterías.
- Cuando hay futbol entre semana tengo 2 o 3 páginas que no fallan.

Todo esto no puede durar demasiado. Por supuesto, tiene sus puntos negros:
- Los martes hay reunión telefónica con los jefes de la empresa de telefonía a los que damos servicio. Siempre tienen algo malo que decirnos y esta gente no lo encaja demasiado bien.
- Sigo con las pseudo-guardias del fin de semana.
- Hay momentos en los que ya no tengo nada que ver en internet.
- Mi jefe es bipolar.

Sobre el primer punto negativo, sí mi empresa me parecía un desastre los que les pagan son una banda de música integrada por sordos. No se enteran de nada, esta gente sabe tanto de telefonía móvil como yo de corte y confección. Piden cosas absurdas, pero las hacemos igualmente. Esto enlaza el punto 1 con el 4.
Nunca había conocido a una persona que pasara de la felicidad al odio profundo en menos de 2 segundos. Bruce Banner necesitaba su tiempo para mutar, Jekyll se resistía y los hombres lobo tienen que esperar a que les salga todo el pelo. Este no.
Como ejemplo más significativo lo que pasó una tarde cualquiera, sobre las 19.
Yo estaba esperando que se fuera para probar mis enlaces para el partido de la champions, cuando el tipo baja de su despacho y se para en mi puesto.

- ¿Todo bien?
- Sí, sin problema - Eran las mismas frases de despedida que nos decíamos todos los días.
- Bueno, pues hasta ma... ¡¡¡¡¡¡TUUUU!!!!
Le miro con cara incrédula, pero al rato de grito constante me doy cuenta que no me dice a mi, se lo dice al operador que hay a mi lado.
- ¡¡¡¡¡TUUUUUUUUUUUUUU!!!!!¡¡¡¡¡¡¡Dónde están tus cascos!!!!!!!!!!!???????
El chico lleva puestos unos, de hecho está hablando con un cliente con ellos. Juraría que no llevan nombre, pero la reacción me hace dudar.
El operador le hace una señal con las temblorosas manos indicándole que está hablando.
- ¡¡¡¡Dónde están sus cascos!!!?? Gira su ira hacia mi.
- Creía que esos eran los suyos - Le digo, con mi voz más tranquila y pasota.

Antes de que pueda replicarme la llamada del operador acaba y es tan tonto que confiesa.

- Los cambié ayer porque la diadema estaba rota y se me caía...
- ¡¡¡¡¡Y donde están los otros???!!!! ¿¿¿ERES IMBECIL O QUE TE PASA????
El chico aguanta el chaparrón balbuceando como un bebe recién levantado. Le dice que los dejó en la mesa del rincón, donde no están y que no me avisó porque no creía que hiciera falta. Al menos no ha intentado colármela.
- !!!PUES LOS VAS A PAGAR DE TU SUELDO!!!! Santiago, apúntalo y mañana cuando llegues subes a la oficina y me lo recuerdas - me dice tranquilo, como si no hubiera pasado nada.

Al día siguiente hablo con mi compañera de la mañana y me dice que la supervisora guardó los rotos en una caja, para que no se perdieran. Suspiro aliviado, porque por muy atrapado que esté el chico no me gustaría que perdiera pasta por esa tontería, pero al rato vuelvo a la realidad.

- No, si no le ha dicho nada. Cuando le ha explicado la historia se ha quedado callada y ha dicho que le parecía bien el descuento en nómina, que tenemos que ser más responsables.

Normal. Es una supervisora de telemarketing. Me fiaría antes de una mamba negra encerrada conmigo disfrazado de ratón en un ataúd.




domingo, 13 de junio de 2010

Same old song



Es jueves y llego tan puntual como siempre. Al cruzar la puerta la supervisora me llama, me pilla antes de dejar la bolsa y el casco. Le digo si puede esperar un momento y me dice que no, que será breve.

- ¿Tu has sido coordinador antes, verdad?
- Verdad. Unos 9 años mas o menos.
- ¿Y por qué lo dejaste?
Por la inutilidad de mis jefes, pienso. Intento sacar de mi manga derecha un motivo más popular.
- Por el horario, salía a las 2 de la mañana.
Se queda pensando un momento, no sabría decir que es lo que le parecía tan raro.
- ¿Y sabes manejar el excel y sacar informes?
- Algo sé, sí.
- Vale, pues ahora el jefe te llamará para hablar contigo.
- Ok

Me conecto pensando que debería haber dicho a todo que no, que yo en realidad lo que he sido es piloto de pruebas de Vespa.
No pasan más de 5 minutos cuando me dicen que suba.

- Como sabrás nos están pidiendo resultados inmediatos y la coordinación de la tarde no está funcionando todo lo bien que queremos. Hemos decidido hacer un cambio.
- Bueno, la coordinadora hace lo que puede. Tampoco parece que tenga instrucciones demasiado claras.
- Se esfuerza mucho, pero necesitamos cambiar la dinámica. ¿Tu como te ves en el servicio?
- Muy bien, aunque si soy sincero es un aburrimiento. Entra una llamada cada diez minutos.
- ¿Y los sistemas, son parecidos a los que has usado?
- Más o menos lo mismo.
Hace una pausa de duelo de película del oeste. No, no pienso desenfundar.

- Hemos decidido ofrecerte el puesto, dada tu experiencia. ¿Te ves capaz de hacerlo bien?
- Capaz me veo de sobra, pero creo que deberías mantener a la coordinadora actual.
- Si dices que no pondremos a otra persona. Está decidido que hay que cambiarla.
- ¿Cuales son las condiciones?

Me las dice y no puedo evitar reírme. No se cobra plus de coordinador (con la promesa de que cuando firmemos con la empresa y no con la de trabajo temporal me lo pagaran) estas de guardia 1 de cada 2 fines de semana aunque teóricamente no los trabajas. No hay mucho que pensar. Es un no claro.

- ¿Cuando empiezo?
El aburrimiento me puede. Más suerte la próxima vez, sentido común.
Bajo ya arrepintiéndome y la supervisora me explica como funcionan las cosas. Bastante aficionados, sí. Me prometo a mi mismo que no intentaré arreglar el mundo esta vez.


Es la semana siguiente y ya vuelvo a ser coordinador. La jefa me dijo que me tomara estos primeros días para adaptarme al puesto, mirar donde están las cosas en el servidor y empezar a escuchar a los agentes. Todo mi plan subvencionado por las naciones unidas se va al traste el segundo día.

La supervisora nos reúne a la coordinadora de mañana y a mi, en todo nada amistoso.
- ¿Por qué no está hecho esto? - dice, casi gritando.
- No había visto esa plantilla en mi vida - respondo, indiferente.
- No me ha dado tiempo a hacerlo - se defiende mi compañera.
- !Pues debería estar hecho! - ya no es casi gritando.
- Me dijiste que me dedicara a ver como funcionas las cosas. Además, el resto de tareas están hechas, para los dos días que llevo creo que no está nada mal.
Parece que la tipa cambia de color. De ser humano a serpiente del todo a 0,60.
- !!¿Sí?!!. !!Pues yo creo que no!!!
- Entonces hay una diferencia entre lo que crees y la realidad. - digo, con absoluta tranquilidad.
- ¿Y esto por qué no está hecho? - vuelve a la plantilla inédita para mis ojos.
Entonces la miro detalladamente, para que la pobre mujer no se ahogue en su propia saliva envenenada.
- Pero si esto es de hace dos meses.
- ¿Y qué? - escupe.
- Que yo soy coordinador desde hace dos días.

La conversación sigue en el mismo tono durante 20 minutos más, 10 por su interés por cargarme con el muerto y 10 por el placer de vacilarle. Al final le doy a razón como a los tontos y me pregunta si le estoy dando la razón como a los locos.

No, no. Que va.








sábado, 1 de mayo de 2010

Tiempo muerto


Han pasado tres semanas y esto es un aburrimiento.

En principio nos iban a dar un curso de 5 días (no pagado), pero al tercero ya no tenían nada más que contarnos. Nos lo daba una de las dos coordinadoras. Dice que coincidió conmigo en la época de Vodafone y le creo, mi cerebro no es capaz de recordar a todos los que han pasado por allí.
Al segundo día ya estaba pidiendo la hora.

- ¿Y vamos a estar aquí 5 días en turno partido? Ya no queda mucho que explicar...
- Tienes razón, es demasiado tiempo. Le preguntaré al jefe a ver.
- ¿Pero entonces vamos a empezar antes? - mi único compañero de clase no había trabajado en atención al cliente en su vida, pero ponía una cara de emparrado que si la formación durara 30 días solo le causaría más desconcierto.
- Antes empezamos, antes cobramos. - sentencio.
Parece que ese argumento acabó de convencerle.

Al día siguiente nos dicen que empezamos mañana, así que nos pasamos la jornada escuchando a los que ya están trabajando. En el turno matinal hay cierto ritmo, pero por la tarde entran poquísimas llamadas. Además, por lo que oigo esta gente no tiene mucha idea de lo que está haciendo. Me aseguro preguntando a la chica con la que me han colocado.

- Empezamos haciendo solo recargas y hace diez días nos han pasado el resto de operaciones.
- ¿Y cómo va la cosa?
- Vamos aprendiendo cosas día a día.

En resumen, que no se enteran de nada. Conozco esta canción, la tatareo y me siento mucho más seguro.

Mi primer día de trabajo tardo diez minutos en recibir la primera llamada. Me levanto.
- ¿Esto es normal?
- ¿El qué? - Me pregunta la coordinadora de tardes.
- Me he conectado pero no me entran llamadas - saca un par de pantallas en mi ordenador y asiente.
- Sí. Estás bien logado.
- Ok, gracias.

Ocho minutos después de colgar entra la segunda. El resto de la tarde es así, hasta las dos últimas horas que la frecuencia de entrada de llamadas se ralentiza todavía más. Por lo que me han comentado mis nuevos compañeros todos los días son así. Genial.

Al tercer día, cuando el gran jefe ha abandonado el edificio (planta baja, en este caso) decido sacar el movil y ponerme a leer con el Wattpad. Es así hasta hoy, desde las 19 a las 22 he leído "invisible" de Paul Auster, "Tokyo Blues" de Murakami y "el bosque" de Harlan Coben.
La única que parece agobiada es la coordinadora, que siempre está de un ordenador a otro, sacando informes de aquí y de allá. De vez en cuando resuelvo las dudas de mis compañeros, que para no agobiarla me preguntan a mi.
Un 50% de las llamadas son en inglés, de las cuales el 70% son de gente que no sabe inglés. Rumanos, nigerianos, árabes. Son llamadas difíciles de descifrar, porque la conversación es una mezcla de idiomas. Cuando no entienden lo que les dices en inglés ellos mismos cambian al español, después vuelven al inglés, sueltan alguna frase en su idioma natal e imagino que también intentan el leguaje de signos. Cuando entra un británico llegas a emocionarte. Gente que pide hablar en inglés porque habla inglés. Hasta los yankies suenan a coro celestial.

Todo transcurre entre el aburrimiento y la lectura. Una vez adaptado al ritmo de crucero el trabajo no está nada mal. Seis horas con plus de idiomas son casi como ocho normales.

No, esto no puede durar mucho.




lunes, 8 de febrero de 2010

Clark Kent's Way


Son las 8:51 cuando suena el teléfono.

- Hola, ¿Santiago?
- Sí - con voz de aún no despierto.
- Soy de la empresa de trabajo temporal. Viniste a hacer una entrevista para teleoperador con inglés y te han seleccionado.
- ¿Qué?
- La empresa quiere hacerte una entrevista personal.
- ¿Cuándo?
- Esta misma tarde, si puedes.
- No tengo problema.
- Muy bien, toma nota de la dirección...

No tomo nota, ya sé donde tengo que ir. Me dice que pregunte por Juanjo o por Conchín y me desea suerte.

Pienso durante tres minutos si es buena idea presentarme, estoy convencido de que en cuanto el tipo me vea se acordará de mi y la entrevista tomará caminos impredecibles. Total, no tengo nada que perder. Preguntaré por Conchín.

Al entrar por la puerta todo esta igual que un año antes. Me acerco a una chica que parece más agobiada que el resto y pruebo suerte.

- ¿Conchín?
- No, está de vacaciones.
- Ah.
- ¿Vienes a una entrevista?
- Sí.
- Sígueme, el jefe te esta esperando.

Como sabía que esto podía pasar tengo un plan B infalible. Llevo puestas mis gafas, las que solo me pongo cuando voy al cine o para evitar que me entre mierda en los ojos cuando voy en moto. Hasta un rizo rebelde cubre parte de mi frente.

- Bueno, para empezar explícame un poco tu vida...

Le contesto exactamente lo mismo a las mismas preguntas que me hizo hace un año. La vida de mis familiares, la de mi gato. Había pensado en cambiar un poco mi historia, tener más hermanos y un padre traficante de armas, pero estoy tan concentrado en no hacer ninguno de mis gestos habituales que gasto todas mis energías y mi poca concentración en ello.

- Y ahora cuéntame tu vida laboral...

Repito palabra por palabra la entrevista de 2009, superados los diez minutos de tensión inicial me desato y empiezo a adornarme.
En un momento dado me quito las gafas para limpiarlas con una servilleta de papel. Doy rienda suelta a esa ironía tan mía. El resultado es el mismo.
O este tio no se acuerda de mi o está tan desesperado que necesita contratar a quien sea.

Me despide con una apretón de manos y una convocatoria para empezar un curso no pagado de 5 días desde mañana mismo.
A falta de algo mejor he decidido aceptar. 6 horas + el plus de idiomas + las pagas extra + las vacaciones todo en la misma nómina mensual hacen que se quede un sueldo más o menos decente.
Me prometo no acomodarme y seguir buscando, aunque un pensamiento se hace dueño del viaje de vuelta a casa.

Clark Kent no es Superman con gafas. Es otra persona.



jueves, 14 de enero de 2010

...and the endless test


Llego a la otra entrevista con tiempo de sobra, me paseo por las calles de alrededor buscando un supermercado para comprar agua, pero como suele pasar acabo metido en una tienda mirando tonterías.

Subo a la empresa de trabajo temporal 5 minutos antes de la hora, me acerco a recepción y allí hay un tipo que ya sin hablar parece bastante atrapado.

- Hola. Vengo a una entrevista.
- ¿Traes el Dni y la tarjeta de la seguridad social?
- ¿Para qué?
- Para hacerme copias.
- Pero si vengo a una entrevista. No vengo a firmar un contrato.

El tipo sale del cubículo y se marcha. Al rato vuelve, con la misma actitud.

- Sí, tengo que hacer las fotocopias.
Como no me apetece discutir y el tipo solo me transmite pena le doy los documentos. Me da la típica hoja para que resuma mi vida, una demasiado parecida a la que he rellenado hace menos de dos horas.
Cuando acabo de rellenar el formulario el secretario sigue pensando en como hacer las fotocopias por las dos caras, ha ido a preguntar pero por la cara que pone no le han hecho mucho caso.

- No le des más vueltas. Utiliza dos folios diferentes.
El tipo alucina por una momento y sonríe. Soy un genio, lo sé.
- Ya he acabado con esto - le digo dándole mis memorias.
- Espera.

A los pocos minutos una mujer me dice que le acompañe a su despacho. Todo tiene una pinta bastante cutre, la oficina está montada en un piso de unos 200 años y parece una casa particular que ha vivido décadas mejores. Miro al techo y en un cálculo rápido llego a la conclusión de que está a unos tres metros de distancia de mi cabeza.

- Vamos a empezar con tu experiencia.

Vaya novedad.

Le explico mi curriculum y a la tipa parece darle exactamente igual, me corta a mitad de las frases para pasar a otro trabajo, luego vuelve a hacerlo y me planteo el decirle que he sido agente de la CIA a ver si me está escuchando, pero cuando lo voy a hacer da la entrevista por terminada.

- Es un trabajo para teleoperador con ingles o alemán. Se trata de atender llamadas de un operador de telefonía movil de prepago y la empresa donde se trabaja es...- cuando dice el nombre se me escapa una sonrisa. Hace aproximadamente un año hice una entrevista para la misma empresa y estuve a punto de trabajar para ellos, pero por aquel entonces trabajaba en la tienda Vodafone ni no podía irme sin los 15 días de preaviso. El jefe se quedó esperándome y cuando le dije que no iba a ir por el tono de voz me pareció que la noticia no le hizo mucha gracia.
- Genial.
- ¿Hablas inglés?
- Bastante bien.
- Bueno, te voy a dar una prueba a ver cual es tu nivel.

Me saca del despacho y vuelvo a recepción, donde el hijo de Mcgiver sigue investigando los misterios de la copia a dos caras.

- Va a hacer una prueba de inglés. Cuando acabe te la dará - le dice la mujer. Acto seguido se da la vuelta y se va. No, no se ha despedido de mi. Que descortés.

Empiezo la prueba con ilusión, las primeras 30 preguntas son fáciles pero a la 31 ya he perdido el interés y a la 32 contesto rápido y sin ganas. A la 75 ni leo el encabezamiento. Total, cuando el tipo vea mi nombre va a pasar la solicitud por el tritura papel.
Acabo las 100 preguntas y paso a la siguiente prueba. Comentario de texto. Miro el Iphone, ya llevo un cuarto de hora con la tontería esta, así que me saco de la manga una historia que poco tiene que ver con el texto a comentar. La tercera prueba no he acabado de entenderla, pero no la iba a dejar en blanco. Yes, yes, no, yes.

Le doy la prueba al maestro de la copisteria.
- Hola, ya he acabado.
- ¿Ya?
- Sí. ¿Paso y se la doy?
- No, déjamela. Ya se la doy yo.
- Ok.

Me quedo de pie un momento, mirándolo.

- Pues adiós, ya te llamaremos.
- Me voy a tener que llevar mi documentación...¿cómo van esas copias?
- Ya las tengo, las he hecho en dos hojas diferentes.
- Nadie se dará cuenta de la diferencia, tranquilo.
- Gracias por la idea.
- De nada. La vida es una caja de bombones.




martes, 12 de enero de 2010

De vuelta a las entrevistas con programa doble: La entrevista fantasma...


El lunes siguiente a nuestro fin de obra me pongo a enviar curriculums por infojobs a todas las ofertas en las que creo que tengo opciones de ser seleccionado.
Hasta que pasan las vacaciones escolares no me llama nadie, veo que me han preselecionado en 4 o 5 pero no encuentran el momento ideal para entrevistarme. Parece que los que se encargan de citar a la gente son exprofesores con problemas para olvidar su buena exvida.

Día 7, nueve de la mañana

- ¿Quién? - con voz de "será mejor que sea importante".
- ¿Santiago?
- Al habla.
- Hola. Te apuntaste a una oferta de trabajo nuestra y queremos hacerte una entrevista. ¿Puedes venir mañana a las 10?
- Sí. Disculpe pero ¿para que era la entrevista? Es que me he apuntado a varias...
- Espera - tarda un rato. Vuelve - aquí pone que te apuntaste a coordinador/jefe de grupo.
- Me acuerdo, sí.
- La dirección es esta...A las 10 entonces - y cuelga.

Aún estoy pensando si estaba soñando cuando vuelven a llamar.

- Hola, preguntábamos por Santiago...
- Soy yo.
- Te llamamos por una oferta a la que te apuntaste, de teleoperador con inglés.
- Sí.
- ¿Puedes venir mañana a hacer una entrevista?
- Claro. ¿A las 10?
- Mejor a las 12:30, tenemos algunas entrevistas antes.
- No hay problema.
- Toma nota de la dirección...

Cuelgo y me quedo un rato con el Iphone en la mano, esperando que suene y me citen para otra entrevista. A los diez minutos doy por finalizada la ronda de ofertas y vuelvo a la cama.

Es el día siguiente y llego al sitio de la primera entrevista. El tipo me dijo en el segundo piso y ahí subo. Entro a una sala donde hay un montón de ordenadores y cuatro tipos trabajando. Como no me hacen ni caso decido esperarme a ver si alguien se da cuenta de mi presencia. A los quince minutos sopeso la opción de llevarme una de las pantallas apagadas que tengo delante, todo en una velocidad escandalosamente lenta, pero caigo en la cuenta de que voy en moto y no me la podría llevar. Una pena.

- Hola, vengo a una entrevista.
- ¿Con Olga Garcia?
- Seguro.
- ¿Eres informático?
- No.
- ¿Y estás seguro que es aquí?

Vuelvo a mirar el papel donde tengo las señas. Segundo piso.

- No mucho.
- En el primer piso creo que están haciendo entrevistas.
- Voy a preguntar. Gracias.
- Si no sube al piso 5 que están nuestras oficinas.

Sí, era en el primer piso. Me encuentro con un montón de gente y una tipa se para y me pregunta.

- ¿Con quién tienes la entrevista?
- Ni idea. ¿Temer?
- Tamer. Pasa por aquí.

Me dan un papel para escribir mi vida y obras y me tienen veinte minutos esperando. Cuando estoy llegando a una ciudad nueva en el Tower Blox 3D llega un tipo trajeado que me invita a seguirle hasta un despacho.

- Vamos a empezar con tu currículum. Explícame un poco tu experiencia.

Se la explico (aunque acabo de escribirlo todo y lo está leyendo...¿Será un trabajo de narrador radiofónico?) con pocas ganas, algo mosqueado.

- Bueno, creo que vas a encajar muy bien en nuestra empresa. Somos una compañía de seguros que estamos buscando a un coordinador de vendedores y tu das el perfil que buscamos. Claro que antes de ser jefe tienes que tener los conceptos de venta claros y estarás entre 3 y 6 meses como comercial.

El tipo sigue hablando. Que si mucha pasta, que si cuando esté preparado tendré a gente a mi cargo, bla bla bla.

- ¿Qué te parece?
- ¿Porqué cuando pregunto para que puesto es la entrevista no dicen claramente que es para comercial?
- No es para comercial. Es para jefe de grupo.
- Ya.
- Lo que pasa es que antes tienes que conocer el producto. Además, te pagamos la cuota de autónomo y bla bla bla...

A los diez minutos de monólogo decide acabar.

- ¿Entonces te esperamos mañana a las 9, verdad?
- Claro! ¿Tengo que traer algo? Una libreta, boli...
- No no, te lo damos todo.
- No todas las empresas lo hacen. Aquí estaré!
- Es un formación genial, ya veras. Vas a aprender mucho.
- Estoy deseando que sea mañana a las 10, de verdad.
- Es a las 9.
- Vendré a las 8:30 para ir preparándome.
- Ese es el espíritu que buscamos. Bienvenido al equipo.

Mientras me acompaña a la puerta pienso en decirle que no voy a venir, que toda mi parte de la conversación era en tono irónico y que no me interesaba estar en su equipo, pero me han hecho madrugar con medias verdades y cualquiera con un poco de sentido común sabe que eso no se le hace a alguien que no te ha hecho nada.

- Hasta mañana a las 8! - le digo cuando estrechamos nuestras manos.




to be continued...

lunes, 11 de enero de 2010

El abrazo de Gamera


Tres meses antes:

- Yo sobre todo busco estabilidad, en mi actual trabajo cobro poco pero soy indefinido.
- No te preocupes por eso, todas nuestras campañas duran años. No hemos tenido ninguna que haya durado unos meses.


Ahora:

Nos acaban de llamar a Panda y a mi al despacho, cuando entramos nos espera el supervisor y la jefa de servicios.
- ¿Ya nos vais a despedir? - pregunta, bromeando.
- Casi casi - digo, inocente.

Nos invitan a sentarnos con la sonrisa en los labios.

- No os vamos a despedir pero tenemos dos buenas noticias y una mala.

A ver.

- La primera buena es que el cliente está muy contento con los resultados, nos ha felicitado por el trabajo que hemos hecho.
- ¿Y la mala? - pregunto.
- La otra buena es que nuestra empresa está muy contenta con vosotros, habéis hecho un gran trabajo.
- Pero...-dice Panda.
- El tiempo del proyecto piloto ha terminado y el cliente de momento ha decidido parar el servicio. No nos ha dicho cuando va a reanudarlo o si tiene intención de hacerlo, pero las sensaciones que tenemos son buenas.

Las sensaciones que yo tengo en este momento son variadas. Estamparle el monitor que tengo delante en la cabeza, clavarle los clips que hay en el bote de mi izquierda o hacerle tragar el puñado de caramelos que está a la derecha. Mientras me pregunto que pasaría si materialmente pudiera hacer las tres cosas a la vez sigo con mi cara de poker.
La jefa sigue hablando pero para mi solo son sonidos incómodos a los que no presto atención mientras me pregunto si el cuadro en relieve será de mármol. Demasiado contundente.

Cuando vuelvo a escuchar nos están tirando del despacho, yo con mi pareja de doses y el panda sobreactuando. No more nice guy, pienso.

- Santi, te lo has tomado muy bien.
- Fenomenal.
- Supongo que estarás acostumbrado a estas cosas.

Sí, estoy acostumbrado a que me tomen el pelo. Salgo del despacho con mi resistencia al límite y llego justo a cerrar la puerta hasta el "maldita hija de satanas" sale de mi garganta.

Lo mejor son las instrucciones. Se lo van a decir a los agentes en unos minutos, la idea es que trabajemos hasta el viernes (hoy es miércoles) y que acabemos la campaña con la misma ilusión con la que hemos trabajado todos los días. Somos profesionales.

Los dos últimos días son un cachondeo. Mi ilusión por no hacer nada en las 16 horas que me quedan es de alto nivel, casi profesional. De los 6 agentes que quedan solo uno llama al principio del jueves, durante un par de minutos sigue las indicaciones que se dieron en la ridícula reunión. Curiosamente, hacemos un montón de ventas (que nos busquen si quieren).

Los agentes se van con la promesa de que se incorporarán en breve en otros servicios, les dan una hoja no vinculante (algo que han repetido hasta 10 veces en el momento de la entrega). Sí, podéis usarla si no os queda papel higiénico. Al Panda y a mi no nos dan ni eso. Ni promesas de que nos llamarán, ni opciones de entrar en otras campañas.

Cuando entramos en el despacho para despedirnos por última vez todo transcurre como en las 60 noches anteriores. El Panda hace un resumen del día, intenta soltar un par de bromas cargadas de verdades y yo sigo callado.

- ¿Cómo estás? - me pregunta la jefa.
Me planteo por un segundo el decirle cuatro cosas pero no merece la pena.
- Muy bien - digo. Ni sueno enfadado.


Tres meses antes:

- Además, en caso de que la campaña no funcionara siempre queremos gente con tu perfil en nuestros equipos. No te quedarías sin trabajar, seguro.


1 Mes y 17 días de paro left.