lunes, 14 de diciembre de 2009

Opposite day



Es nuestro último día de periodo de prueba y no queda casi nadie a quien tirar.
En dos semanas han pasado unas cuantas cosas:
- Han entrado seis personas nuevas.
- Han contratado a un coordinador.
- Han tirado a otros dos comerciales.
- Me han cambiado de mesa.

En mi recientemente creada personalidad pasota los cambios apenas me han afectado. Puede que el último punto en otro tiempo me hubiera mosquedo, pero en mi nueva LowProfileLife me da exactamente igual. Ahora estoy en un sitio más tranquilo, ya no me molestan con preguntas, ahora agobian a otra persona.
El coordinador ha empezado con energía. Hace reuniones diarias antes de empezar la jornada, anima a la gente, tiene iniciativa. A ver cuanto le dura. De momento nuestra relación es de Maestro-Padawan, le enseño como funcionan las cosas y llama a mi extensión unas 523 veces al día.

- ¿Cómo se hace esto?
- Así

Dos minutos después

- ¿Cómo me has dicho que se hacía esto?
- Así.

Tres minutos después

- ¿Cómo me has dicho que...?
- Así.

Las tardes no son aburridas. Punto a su favor.

Como decía antes, quedamos la mitad de los que estabamos en el cursillo inicial, ese para el trabajo tan estable. Solo dudo si se quedará uno, que al teléfono es una de las personas menos correctas que he tenido que escuchar en mi vida. Tutea, trata al cliente como a un colega, habla de temas que no tienen nada que ver con lo que vende...Pero sí, vende.
En cuanto a mi, no tengo nada claro. Ya me han advertido en un par de ocasiones. Una cuando entré enfadado al despacho.

- No voy a poder hacer todo.
- ¿Qué?
- No puedo hacer las escuchas, auditar las ventas, cargarlas y resolver dudas.
- ¿Por qué?
- Materialmente es imposible.

La jefa de multiservicios me mira raro.

- Vamos a ver, si sumo unos 40 minutos por venta, 2 escuchas a cada uno, cargarlas con lo lento que va y tengo a la gente preguntando tonterías en ocho horas no da tiempo.
- Entiendo.

Entiende. Pero después de estar un rato razonando me quedé igual.

La otra advertencia llegó unos días después.

- Hoy tampoco voy a poder hacerlo todo.
- ¿Qué?
- Que no me da tiempo.
- ¿Por qué?

Busco un despertador en el que suene "I got you babe" de Sonny y Cher. Al rato me vuelvo a ir sin respuesta.

A las ocho y algo llaman al despacho a dos comerciales, mi nominado y otro que no vende demasiado. Huele a chamusquina y los otro cinco supervivientes me miran con miedo. "Ni idea", digo con un gesto.

Salen media hora después, ya sin trabajo. Los siguientes minutos los pasamos esperando nuestra invitación al despido. A las nueve y media la gente sale disparada, si no lo han hecho ya no lo van a hacer, pienso. Entro en el despacho con una excusa ridícula y no me comentan nada.

Una hora después salgo del edificio, con el periodo de prueba superado. Mi nuevo yo pacífico martillea mi cerebro. "Ya ves. Sigue así y todo irá bien", dice satisfecho.
Mientras, mi yo antiguo duerme, seguro de que no podré aguantar tanta tontería. Qué bien me conoce el condenao.

No hay comentarios: