viernes, 19 de septiembre de 2014

The bank robbery



Es miércoles y me presento en el banco a ingresar algo de pasta de la que les debo. Tengo 10 minutos antes de entrar a trabajar pero no hay nadie en ventanilla, así que me quedo tranquilo, seguro que me da tiempo.
Atiende la tipa a la que le toca hablar siempre conmigo, ya le he expuesto todas mis opiniones sobre su banco, algunos de sus familiares y sobre donde debería estar internada. Ya no tenemos nada que decirnos, la magia se ha perdido por completo. Hago el ingreso y cuando me voy a ir se cruza en mi camino a la puerta un tio con traje.
- Hola, creo que no hemos hablado nunca.
- No, la verdad es que no he hablado con un montón de gente.
- Soy el director del banco, he estado estudiando tu situación.
Mi respuesta es un silencio total, asintiendo con la cabeza.
- Me gustaría hablar contigo, puedes pasar al despacho?
- No, no puedo.
- Ah! Cuándo puedes? - pregunta conciliador
- Mañana?
- Perfecto. Cuándo?
- Pronto? - Veo que está empezando a encabronarse. Se recoloca la corbata.
- A las 9?
- Demasiado pronto. A las 9:30?
- Bien! Mañana te espero.
- Espéreme.

Llego a trabajar unos minutos tarde, por todos los otros días que llego pronto. pienso.

Es jueves y me despierto 1 hora antes de lo que debería para hablar con el director del banco. Entre que veo las noticias, me ducho y leo los periódicos online (el marca, siempre me gusta estar al día de si le ha pasado algo a algún jugador del madrid) salgo a las 9:30 de casa. Unos 20 minutos en moto y ahí estoy.

- Hola, quedé con el director hoy a las 10.
- Voy a avisarle, está reunido con otro cliente - dice contenta.

A los cinco minutos sale y me saluda, me hace pasar a su despacho. También entra la presidenta de mi club de fans, imagino que no quiere perderse la conversación.

- Bueno, antes que nada vamos a ver si tenemos todos tus datos correctos...- empieza a preguntarme el teléfono de contacto (que nunca contesto), dirección de email, bla bla bla... - Vamos a hablar de tu situación. Llevas algo de retraso en parte de la hipoteca.
- Así es.
- Y los motivos...
- El dinero - le digo.

El director me mira raro y la tipa le echa un cable.

- Tu enfado con nosotros empieza por falta de comunicación, hubo dos meses que te dejamos sin dinero en tu cuenta para pagar la hipoteca y no entendiste el motivo.
- Se podría resumir así, sí.
- Así que te llevaste la nómina a otro banco.
- Correcto. Es lo que pasa cuando tu tienes dinero en una cuenta y el banco decide cambiarlo de cuenta y dejarte sin pasta en esa cuenta.
- Sí, es legal, podemos hacerlo.
- Sí, yo también me puedo llevar la nómina a otro banco. Es legal, no?
- Sí, claro.
- Menos mal - digo.
- El problema es que aquí tenemos muchos clientes y claro, no podemos saber la situación de cada uno. El ordenador central hace las operaciones solo, sí ve que tienes dinero en una cuenta, lo quita para pagar la hipoteca de la otra.
- El ordenador es de Skynet? - pregunto.
- No sabemos la marca - dice el director, un tanto confuso.

El resto de conversación va de poli bueno - poli mejor, diciendo que lo sienten mucho todo. Luego hablamos de mi casa.

- Ahora mismo pagas tu solo la hipoteca, verdad?
- Más o menos
- Pero la vivienda está al 50% con otra personas.
- Claro.
- Habéis pensado en vender?
- El qué?
- La casa.
- Sí, lo pienso todos los días del año. Si consigue un comprador por la pasta que debo mañana firmamos.
El tipo mira el ordenador un rato y por su cara veo que ve lo que yo ya sabía. Es imposible.
- Podemos enviarte a una inmobiliaria y que lo valore.
- Vale, pero no voy a venderlo por menos de lo que debo, eso no tendría mucho sentido - flipa un poco con la respuesta.
- Bueno, puedes venderlo y que quede X dinero pendiente entre los dos, que podéis pagar poco a poco.
- X sería mucho dinero, me temo. Todo lo que usted pueda decir ya lo he pensado y repensado - le digo indiferente.

El hombre sigue con charla y yo miro el reloj de su ordenador. Le dejo hablar un poco hasta que me levanto sin previo aviso.
- Bueno, me tengo que ir a trabajar
- Ah, bien - dice. Parece que no está muy acostumbrado a que le corten.

Mientras pillo mis cosas (casco, bolsa) mi amiga especial del banco se acerca sonriendo.

- Ahora que lo hemos arreglado todo la próxima vez que vengas podemos hablar de tu nómina - dice.
- Hemos arreglado poco, pero tranquila. Tenéis tantas posibilidades de que mi nómina vuelva aquí como yo de que me fichen los Boston Celtics.

La tipa sonríe, asiente con la cabeza. O me ve con pinta de escolta tirador o no ha entendido bien lo qué quería decir.






miércoles, 12 de febrero de 2014

Liberad mi móvil: a true story




En los tiempos que corren uno acaba hasta las huevos de todo tarde o temprano.Te cansas de esperar a que en "the walking dead" muera el chino. Te cansas de que en el Fifa 14 online todos los putos niños de planeta se pillen al Real Madrid y jueguen como Mourinho. Te cansas hasta de comer Ruffles (yo no me he cansado pero algún día me cansaré, estoy seguro)

Cómo no me iba a cansar de Vodafone? Eran muchos años, ya no había pasión, apenas quedaba cariño. Como soy más pobre que Basil, el ratón superdetective y aún no me he cansado de mi móvil, la solución estaba clara. Compañía cutre con internet y liberación de terminal.

La fase uno se completó rápido. Happy movil. Con ese nombre nada puede salir mal.
La fase dos ya es otra historia, que se puede dividir en atractivos episodios:

1.- Preguntar cerca de casa

Es sábado por la tarde y empieza la búsqueda.
Primer intento, un locutorio a unos 400 metros, cerca del horno.

- Hola, quería liberar mi móvil.
- Tu móvil? - dice la única persona que había en el local, un señor árabe recien despertado de un sueño de unas 16 horas.
- Sí, un teléfono móvil. Mio.
- Hoy?
- Cuanto antes! - digo. No puedo evitar meterme en conversaciones absurdas.
- El chico que libera esta tarde. Puedes tu venir luego?
- A qué hora?
- Mañana por la mañana.

Le miro con cara de Dana Scully y el tipo sonrie.

- Claro, esta tarde a las 8 vengo. Hasta mañana!

Segundo intento, detrás del Consum.

- Hola, quería liberar mi móvil.
- Cuál es? - bueno, empezamos bien. Atiende una señora de Colombia, Perú o Azerbayan, soy malo para saber de donde viene la gente.
- Un Samsung Galaxy Note 2.
- Un Samsung galaxia notados?
- Galaxia lejana - digo, muy serio.
- Galaxia lejana - repite, apuntándolo.

Me dice que espere y llama a alguien. Le dice que tiene un galaxia lejana para liberar y el que está al otro lado de la línea contesta algo que no logro descifrar. La señora cuelga.

- Sí, se puede liberar. Son 18 euros, lo dejas hoy y mañana quedamos en el parque que hay ahí detrás (enfrente de mi casa) y te lo doy.
- Pero si es poner un código, no hace falta que deje mi teléfono a nadie. Sólo quiero el código, el resto lo hago yo- respondo.
- Voy a llamar a ver - llama y habla de la galaxia lejana y de un código secreto. Vuelve.
- Nada, se lo tienen que llevar.
- Para qué?
- Para hacerlo
- Hacer el qué?

La mujer se colapsa y decido que ambos hemos tenido bastante.


2.- Un foro de móviles

Una buena opción. Veo como funciona, tu dices que quieres liberar el teléfono y te mandan privados con precios. A los 2 minutos tengo 7 mensajes, todos con tarifas bajas, aunque todos avisan que si mi móvil está actualizado (lo está) hay un 50% de posibilidades que el código no sirva y que no te devuelven la pasta.
Respondo a todos preguntando si eso es verdad, que qué tipo de liberación es esa y me dicen que sí. Escribo en el mismo tema del foro donde pedí precios, diciendo que es versión tal y que quiere un código que funcione al 100%. Me vuelven a mandar 7 mensajes, los mismos con la misma advertencia.



3.- Ir donde ya te liberaron un teléfono antes

Salgo de trabajar y me voy hacia convento, que es una zona donde hay 40 tiendas de liberación de móviles. Aparco la moto y voy a la que tengo más cerca, luego a otra, y a otra. Uno dice que no se puede, otro que tengo que dejar el móvil 2 días y el tercero me dice que sí, por 8 pavos en media hora.
Perfecto.
Como es una buena zona me voy a mi librería favorita, a la tienda de cine de al lado y a mercawoman a comprar merienda. Pasan 29 minutos y ahí estoy.

- No se puede liberar con cable - me dice el señor con barba blanca mientras le da a otro unos 20 iphones 5s precintados.
- Sí, ya lo sé. Ya lo he intentado yo.
- Liberar por código. 20 euros un día.
- Que interés con tener mi móvil un día - le digo
- Dejar móvil, 20 euros y venir mañana.
- Y si me llevo el móvil y mañana vengo a por el código?
- Qué código? - me dice, extrañado.

Salgo de la tienda encabronado y entro en la de al lado, ya puestos.

Más árabes.

- Hola, quiero liberar mi móvil, no se puede con cable y tiene que ser con código. Sólo con código.
- Sí, 6 euros.
- Con código?
- 6 euros.
- Hoy?
- Sí, ahora 6 euros.
- Genial.

Pasan 10 minutos, el tio manipula mi teléfono con destreza. 10 más. Sigue manipulando. A los 30 entran unos colegas suyos que le dicen que quieren protectores de pantalla para sus iphones, el tipo deja mi móvil y se dedica a ponerle los protectores a 3 iphones, durante 15 minutos más.

Cuando llevo casi 50 minutos ahí levanta la cabeza y me dice:

- No se puede liberar con cable, con código mañana 12 euros.
- Qué?
- Mañana 12.
- Qué? - le repito
- Código mañana, tu dejas móvil.
- Dejo también el cable? - le digo. De perdidos al rio.
- Cable?
- Sí, cable. El cable amarillo
- Cable amarillo? - sí, hijo. Algo vas a tener que pagar por putearme así.
- Sí, el cable de ventilación, el amarillo - le digo, muy serio.

Seguimos así un rato, lo tengo unos 15 minutos buscando un cable amarillo que estaba seguro que le había dado.

4.- Alguien que conoces, alguien que crees conocer.

Aviso a mi sobrino por Facebook, en navidad nos dijo que liberaba móviles. Viene a mi trabajo a por el, le digo 10 veces que sólo se puede liberar con código. Se va y vuelve 3 veces, salgo de trabajar y aún no está, pero me lo traerá a casa más tarde. Le digo que vivo a tomar viento y contesta que el viene en bici por aquí un montón de veces. A las 20 llama a la puerta y me dice que no se puede liberar.


5.- La experiencia es la madre de la ciencia ficción

Recuerdo que en el chat del trabajo la gente suele decir que han liberado el teléfono por internet, en una tienda que vende códigos y preguntan si conservan la garantía (la respuesta es no)
Entro en la página, 12.90 pavos. Te mandan el código en un par de horas, no necesitan tener tu teléfono durante 1 día, no se lo tienes que mandar. Pago con Paypal, así la reclamación será mucho más facil. A la hora me llega el código y las instrucciones.

Funciona perfectamente.

Total, que después de casi dos semanas de dar vueltas, de preguntar, de investigar, de desear matar a unas 12 personas, la respuesta estaba en mi propio trabajo.

Moraleja: Mi trabajo sigue apestando.









martes, 28 de enero de 2014

Don't luke back in anger



Dos años antes:

- El trabajo es bastante relajado. De vez en cuando, en los desbordes cogerás algún chat, pero vamos, que lo que tendrás que hacer es controlar que se atiende bien y planificar y dar alguna formación.
- Pero esto puede ser un poco aburrimiento, no? - Dije, 50% para quedar bien, 50% para asegurarme de que el puesto era para esa chorrada.
- Sí, bueno. Ya irás encontrando cosas que hacer si te aburres.
- Y el horario? - sigo preguntando, porque me están haciendo una oferta sin oferta en concreto.
- El que mejor se te adapte.
- Vale...una cosa más antes de irme.
- Dime.
- A quíén tengo que responder? A una de tus coordinadoras?
- A mi directamente. Yo soy quien te asignaré los incentivos.
- Genial. Los incentivos con respecto a qué baremo?
- Ya lo hablaremos...

Salgo del despacho y me voy al otro lado de la nave, dispuesto a aniquilar las opciones que tenía de quedarme en la empresa madre (un 55%, calculaba) y abrazar un puesto de ensueño en la empresa hija.


Ahora:

Un lunes pillo unos 65 chats. Cada primer día de la semana salgo de allí con un único y claro objetivo. Destruir este puto mundo y a los habitantes que lo llenan. No hay aburrimiento, porque en el corto momento que dejas de atender a 4 tarados a la vez, con sus rebotes y sus preguntas, intentas centrarte en los 3 tarados que tienes a la vez, intentando que baje el número a 2 tarados a la vez. No lo consigues.
No planifico ni doy formaciones. Eso duró 2 meses, hasta que un día decidieron que no hacía falta y que pillara "chats y llamadas de vez en cuando" Unos 6 meses después alguien de la empresa madre preguntó porque ya no se daban formaciones.

Bueno, entonces hablarían contigo, no?
Sí, claro.
Mejor que eso es hacer una especie de Operación Triunfo para el desarrollo de la gente, para que crezca en la empresa. Te tenías que apuntar y te daban un tema al azar para que prepararas una presentación y la hicieras delante del jurado.
- Te apuntarás, no? - Me dijo el mismo que me dijo un montón de cosas dos años antes.
- Estoy entre apuntarme a eso y a que un puñado de chimpancés me tiren mierda.

Desde entonces la relación ya no es lo que era.

El horario, seguro que el horario te lo respetaron. El que te mejor se te adapte!

Ahora cada semana entro a una hora, sin ningún tipo de lógica o sentido. Hay semanas que te lo cambian pero no te lo dicen. No te dicen nada jamás. Todo son correos electrónicos, correos que con 4 chats a la vez son un poco dificiles de leer, porque serían 5 cosas diferentes a la vez que tendrías que comprender. Total, que hay días que no se a que hora tengo que ir y llego antes. Cuando eso pasa me bajo a dar una vuelta por el centro, pensando en ratas pequeñas y en monos amaestrados.

No respondo ante ninguna coordinadora, en eso tenía razón. Una cosa es responder y otra obedecer. Sobre los incentivos, como los objetivos que me marcan no son compatibles con pillar chats, no hay. Además, un x % son "subjetivos" y yo no soy mister alegría ni he hecho la pelota en mi vida, no voy a empezar ahora por 20 o 30 pavos.

Durante unos 7-8 meses luché contra el mundo. Me van esas peleas más que a Homer las rosquillas, pero todo tiene un límite si al final no consigues nada o pierdes cosas, dejas de cagarte en todo en voz alta y te limitas a hacer lo que te dicen.

En realidad eso no encabrona, la vida es así.

El problema, la piedra angular de basura suprema es esta, utilizando una metáfora futbolera:

Juegas en un equipo de futbol, te acaban de fichar un grande y en un partido de copa le metes 18 goles a un equipito de aficionados. Ese equipo decide ficharte, no tienen delanteros y les has metido docena y media de todos los colores. Te fichan, estás un mes jugando de delantero y te piden que juegos de centrocampista. Vale, no es lo mio pero me mola. Repartes juego, das goles. A los tres meses te dicen que se ha roto el portero, que te pongas. Bueno, no soy portero pero paro bien. El equipo sigue sin un puto delantero centro, que es lo que eres tu y sin centro organizador. Da igual. Pasan los meses y te dicen que no hay nadie en taquillas, que te pongas a vender entradas. Flipas un poco, pero bueno, ahora tampoco tienen portero y les caen de todas las variedades de humillaciones. Desde taquillas dices que tu eres delantero, por si se han olvidado. Te dicen que te quitan de la taquilla, que la señora de la limpieza se ha pirado y limpias los inodoros. El que te ficho como delantero te ve limpiando letrinas y tu le miras ya indiferente.

Si, yo estoy limpiando meadas, pero honestamente. Ves los partidos y te descojonas, tu con tu ficha de delantero mirando como se meten goles en propia puerta.