lunes, 7 de julio de 2008

Mis Pioneer murieron...


Ayer mis queridos auriculares Pioneer (y su gran valor sentimental) emitieron sus últimas notas. Llevaban ya casi un mes fallando y anoche casi los estampo contra la pared, después de treinta minutos intentando que sonaran los dos.
Hoy me he ido al cutremart y me he decidido por unos Sennheiser MX 55 VC. No me gustan los auriculares tipo tienes-que-meterlos-hasta-el-tímpano, así que la decisión se limitaba a un par de modelos. Tenían que ser Sennheiser, porque todo el mundo habla maravillas de esta marca y quería probarla en mis propios oídos. Estos llevan un sistema Twist to fit que es un anexo acolchado que se adapta a la oreja. De momento he hecho un par de pruebas con el ipod video y el ipod touch y suenan de maravilla, un sonido mucho más limpio que mis ya añorados Pioneer.

Tambien está muy bien la sensación de aislamiento que te dan, seguro que por la calle se nota el cambio. Esperemos que el sistema atrapa orejas sea cómodo, porque la calidad de sonido me ha sorprendido muy gratamente.

Entrevista tipo 2: Trabajo sorpresa



La siguiente entrevista no fue tan pronto, las 12 de la mañana es una hora decente para contestar preguntas. Esta vez era en teoría para trabajar como administrativo en un distribuidor de Vodafone cerca de casa.
Llego y me hacen esperar unos diez minutos. La dependienta me indica que pase y me encuentro con un laberinto de oficinas. "Recto y a la izquierda" dice. Llego a un despacho donde está el gerente, un señor de unos 50 años que tiene pinta de comercial pesado. Me pide que le cuente mi historia laboral y le hago un resumen de 10 minutillos. Es breve e ingenioso, pero el tipo parece no hacerme ni caso. Cuando acabo empieza a hablar el.

- Veo que servirías para muchos puestos que tenemos pendientes de cubrir. Por ejemplo, yo quería montar un puesto de telemarketing aquí...¿que necesitarías?
- Según lo que quiera, pero en telemarketing lo que necesita para empezar es tener un programa con una base de datos de los clientes - le digo, saliendo del aprieto como puedo. Y yo que se lo que necesitas para montar un puesto de telemarketing, yo solo era un coordinador.
- Bueno, ya lo veremos. ¿Cuanto te gustaría cobrar? Lo digo para pasarlo a Vodafone y ver si podría ser...
- Hombre, menos de 1000 - 1100 euros limpios me parecería poco.
- Bien - el tipo apunta en una hoja llena de tachones.
- Pero todo dependería del puesto, imagino - ¿cómo quieres que te diga lo que quiero cobrar si no sé el trabajo que me estás ofreciendo?
- Claro. Bueno, vamos a hacerte una prueba informática para ver tu nivel.
- Ok, no hay problema.
- Sal un momento y ahora te volvemos a llamar.

Pasan casí 20 minutos y la prueba informática me empieza a asustar un poco, si tardan tanto en prepararla debe ser complicada.

Sale una administrativa y me hace pasar a otro despacho, donde hay un ordenador que hace diez años fue último modelo. Me da un folio con la prueba.

- Es una prueba de Excel. Tienes que sacarme estos datos de estas hojas.

Leo la prueba, la miro y sonrio. Llevo más de 9 años trabajando con Excel a un nivel bastante más alto de lo que pide el folio. Le pregunto cuanto tiempo tengo. 15 minutos.
15 minutos para hacer una cosa que se hace en 5.

A los 8 ya estoy aburrido y me voy a buscar a la chica.

- Hola, ya está - me mira asombrada.
- ¿Ya?
- Sí. No es que fuera muy complicada.
- Es que los dos chicos que han pasado antes que tu han tardado media hora, no sabían ni poner filtros y buscaban los datos uno a uno.
- Joer, que inútiles - esta frase se me escapa y levanto la mano pidiendo perdón.

Mira la hoja de excel y ve que todo está bien. Me pregunta como he quedado con el jefe y le digo que no me ha dicho nada. Me dice que va a hablar con el y que me llamarán.

Vuelvo andando a casa, pensando en los dos iluminados que buscan las cosas casilla por casilla en excel.

Hace ya tres semanas que hice esta entrevista, pero viendo cuando me inscribí en la oferta (hace casí 6 meses) entiendo como aún no me han dado respuesta. Hace dos meses me inscribí en otra oferta del mismo distribuidor, creo que era de Gerente de tienda. Me pregunto cual será la prueba.

sábado, 5 de julio de 2008

Y llegaron las camisetas



Una de las cosas pocas buenas que tiene el verano es que puedes ir con camiseta por la calle sin congelarte. De mi tienda habitual (que está en Chicago) me han llegado unas cuantas, la que de momento más me motiva es la de la imagen que hay arriba de este texto.

Y no son nada caras.

viernes, 4 de julio de 2008

Don Patch



Life goes easy on me

jueves, 3 de julio de 2008

Ir al cine gratis: ventajas e inconvenientes



El miercoles pasado el contacto que comenté hace días nos dijo que tenía un par de entradas para ver "los cronocrímenes". Yo me enteré del título de la película cuando ya estabamos allí, pero el plan era entrar con esas entradas gratis a una película de pago, que lógicamente no era la de Nacho Vigalondo. Resulta que no tenemos entradas suficientes y tenemos que pagar un par, hay 4 y somos 6. Bueno, se paga, no pasa nada, nunca me ha costado pagar por entrar en el cine.
Llegamos a las 22:00 y pastel (inducida por el comportamiento del tipo que ya nos dio las entradas de "la niebla", que entró con hamburgesas y patatas de Burger King a la sala) incita a su compañera de trabajo y al novio de esta que lo mejor es que pillemos la cena y la entremos en el cine. Me pregunta que quiero cenar, pero yo por principios me niego digerir comida rápida delante de una pantalla de cine.

Subimos y nos acercamos con mi bolsa llena de fast food a la taquilla, a ver en cual de los lados ponen el preestreno. Hay 14 pelis más para elegir, pero parece que el tipo que trae las entradas (que son las 22:20 y aún no ha llegado) ha visto todas menos dos, una que no recuerdo y "antes que el diablo sepa que has muerto". Vale, a mi me apetece verla, la verdad. Compramos dos entradas.

Esperamos 15 minutos en las escaleras y se nos acerca una chica que nos da dos entradas para ver el preestreno que no vamos a ver, pero las pillo y devuelvo las dos que hemos comprado. Sin problema. El preestreno empieza a las 22:30, son las 22:40 y el tipo de las entradas no ha aparecido. Propongo que le pidamos dos entradas más y entremos para que no de tanto el cante del cambio de sala. Al final el tipo llega dos minutos después y trás comprar cocacolas e ir al baño nos metemos en la sala de "antes de....". Hay 4 personas dentro y cuando nos sentamos entra un empleado del cine y nos mira alucinado. Han vendido 4 entradas y hay 10 personas. Parece que lo dejan pasar, no merece la pena tirarnos.

Empieza la película y con ella el festival de ruidos. Bolsas que se abren, uno que rebusca en la bolsa las patatas...Yo ya me había sentado lo más alejado del grupo, pero aún así el ruido era importante. Los dos señores que están justo detrás de mi no dicen nada, si yo estuviera en su lugar hubiera armado la de San Quentin Tarantino.

A los 10 minutos de película el novio de la compañera de pastel esta sopa perdido, casi roncando. El tipo de las entradas comenta la peli a un volumen tan alto que yo que estoy 5 sillas a su izquierda lo escucho como si estuviera a mi lado. A la media hora consigo aislarme un poco de toda la situación y la película no está nada mal, Lumet sigue en forma.
La peli termina y salimos. Empiezan los comentarios. Menuda mierda de película. Que rollazo. Hay un fallo, si al principo empieza después del robo como puede ser ese final...yo permanezco callado, en mi línea habitual. Pa que decir na.

La verdad es que uno intenta hacer esfuerzo para parecer más sociable, pero hay situaciones en las que ni yo mismo sé como me controlo. Nada, tampoco vale la pena. Yo sigo callado, como toda la noche, pensando en "Y, the last man", el último comic que estoy leyendo y en si merece o no la pena hacer una crítica de "antes de que...." en All Hell.

Entrevista tipo 1: En realidad es para trabajar en la CIA



Son las 8 de la mañana y en el edificio no hay nadie, solo el portero que me enviado al sexto piso y la mujer que va a entrevistarme. Es una empresa que hace selecciones para empresas que contratan sus servicios.

- Hola, venía a una entrevista que tengo a las 8:15.
Me estrecha la mano.
- Hola, pasa por aquí.
Entro en una especie de sala de reuniones. No hay nadie más en la oficina, si Dios ayuda a los que madrugan entiendo porque la cosa van tan mal.
- Cuéntame un poco tu experiencia laboral.
Le hago un resumen de 15 minutos con todos los trabajos que he tenido, las cosas que he estudiado y los idiomas que mediohablo.
- Bueno, te explico como es el trabajo y lo que estamos buscando.
Me lo explica y no tiene mala pinta. De administrativo en una empresa a unos 20km de casa, no paga mucho pero el rollo de hablar en inglés y cambiar el tipo de trabajo de los último años no me vendría mal. Le digo que si que me interesa.
- Vale. Voy a hacer un informe sobre ti y necesito que hagas dos pruebas. Una de inglés y un psicotécnico.
- Genial.

El psicotécnico es la misma tontería de siempre, tienes que elegir entre dos opciones, muchas se repiten, otras son las dos guay y las dos chungas. Me dice que tengo que contestar sin pensar demasiado las respuesta. A las 8 de la mañana mi cerebro no funciona así que lo de pensar está descartado. En la última fila de respuestas veo que me he rallado de mala manera y he respondido cosas que no quería, la fotocopia era oscura y ya os he comentado mi falta de reflejos matinales. Tacho y pongo flechas.

La prueba de inglés tiene su punto, porque a la última pregunta de cada hoja le falta una opción, en algunos casos una y media. Decido no decirle nada a la chica y anotar las opciones yo mismo cuando ni A ni B me convencen.
Salgo de la sala de reuniones y le doy las dos pruebas rellenas (al final le comento lo de las hojas en inglés y flipa un poco con mis opciones inventadas)

Antes de irme me pide que le de referencias de los trabajo en los que he estado. Número de teléfono y nombre de jefes a los que pueda llamar. Le pido algo de tiempo diciéndole que no llevo mi movil encima (mentira). Me llamará sobre la 1 para ver si ya tengo mis referencias. Tengo un par de horas para liar a alguien convincente.
Cuando salgo por la puerta me dice que se baja conmigo que no ha tomado café y que se va al bar de la esquina. Pienso en invitarla para seducirla con mis encantos y que me ponga el primero en la lista, pero por lo que me ha explicado el trabajo no merece tanto la pena.

Me ve subir en la speedfight y me pregunta si voy en moto. Sí, por eso he subido con casco (pìenso, pero las palabras se paran por el camino entre la garganta y las ondas sonoras). Nos despedimos y antes de volver a dormir me paso por el carrefour a comprarme el desayuno.