domingo, 7 de junio de 2009

Entrevista tipo 5: en ráfaga (aka: cuatro entrevistas y un cursillo)



Después de un par de meses de nula actividad, en Mayo me llamaron para varias entrevistas, en una semana contesté al teléfono más que en todo el año. La primera fue para responsable de Help Desk en una empresa de software, tuve que pasar una primera con una chica de una empresa de selección y la semana siguiente me llamó para comunicarme que mi curriculum les había interesado y tenía que ir a Torrent a una entrevista larga con los dueños de la empresa.
Como mínimo dos horas, dijo.
Entre la primera y la segunda llamada tuve otra entrevista, esta vez en una armería de Valencia. Llego 15 minutos antes, de mi casa al centro hay poco más de 10 minutos y sabía donde estaba el sitio (google maps patrocina este parrafo), había pasado por la puerta más de 2000 veces.
El tipo está hablando con un representante-colega y me tiene esperando los 15 de adelanto más 10 de propina. Da igual, me entretengo mirando las cosas que venden. Acaba y me sube a un despacho que a un Hobbit le parecería presidencial, pero que para un humano de tamaño normal es ridículo. No puedes estar de pie.
Le empiezo contando mi vida, le comento que tengo el título de maestro armero, sacado en la época más aburrida de mi vida.

- Así que fuiste armero en la policia militar.
- Sí, al menos me entretenía desmontando Zetas.
- Aquí sobre todo tenemos clientes cazadores.

Imaginaba que los traficantes de armas no compran en armerías, pero me abstengo de hacer el comentario porque las condiciones del trabajo son buenas y no quiero pecar de gracioso en la primera cita. La entrevista continua bastante normalita, no se hace larga y parece que tengo opciones.
Nos despedimos y me dice que me llamará la semana que viene. Dudo que el resto de candidatos tenga el título de armero, así que en ese momento pensaba que el trabajo era mio.

La semana siguiente me llama el tipo y me dice que han seleccionado a otra persona con más experiencia en atención al cliente. Más experiencia en atención al cliente, le repito con tono entre calmado e indignado. Cuelgo antes de oir más tonterias.

Dos días después voy a la entrevista de Torrent sin ganas. Me cuesta encontrar el sitio, la gente que vive en ese pueblo no sabe el nombre de sus calles y en lugar de reconocerlo te mandan al otro extremo. Llego justo, me esperan tres tipos y ráfagas de preguntas.
Las primeras son personales, lo de siempre. Luego hablo de mi experiencia como coordinador, de como funcionaban las empresas en las que he trabajado y alucinan. Como el público es agradecido me voy animando y les saco un par de carcajadas. Hora y media después dan la entrevista por terminada, me enseñan el cuchitril donde tienen a los operadores y me dicen que a final de semana me llamará la chica que me hizo la primera entrevista con el resultado.

La chica me envía un email la semana siguiente diciendo que la empresa me considera un candidato muy válido pero se quedan con otro de los entrevistados no enviados por ella. Ni me indigno, después de lo de la armería todas las ofertas de trabajo me parece una farsa.

Días antes me habían llamado de una empresa de telemarketing, en la oferta habían 1500 apuntados y me seleccionan para hacer un curso de mes y medio sin cobrar (te pagan 300 euros cuando lo termines y empieces a trabajar). Elijo turno de mañana, paso de pasarme las tardes-noches dentro de un zulo, ya lo hice durante 3 años y aunque tenga que madrugar prefiero echarme una siesta a mediodía.
Llevo ya 3 semanas de curso, de 8 a 14. Es como ver una serie española durante seis horas seguidas, cada día. No hace falta decir más.

Para terminar, el miercoles a las 15 me apunto a una oferta de infojobs, administrativo con excel e inglés. Me llaman a las 16. Una pequeña entrevista telefónica y la tipa me dice que me envía dos pruebas de excel por mail, que las haga en cuanto pueda. Vale. Las pruebas son de 50 y 45 preguntas sobre fórmulas, con una duración estimada de hora y media cada una. A los 20 minutos estoy hasta las narices, me han fastidiado la siesta y empiezo a contestar por instinto. Acabo en media hora las dos.
Me llaman un rato después, estoy seleccionado. Me explican las condiciones y ahí esta la trampa, se cobra bien pero es solo para cuatro meses. Lo pienso unos segundos. El rollo del curso es casi insoportable y cobraré menos pero parece más estable (parece). Les digo que si es para cuatro meses no me interesa, aunque podría haber tirado una moneda al aire y dejar que ella decidiera, porque al decirlo me doy cuenta de que seguramente me habré equivocado.

Ya veremos.