sábado, 21 de abril de 2012

Oh my chat





No llegó a acabarse mi contrato. En el callcenter quedó un puesto libre y me lo ofrecieron de forma sutil. Ante la perspectiva casi segura de quedarme sin trabajo en breve era esto o esperar a que mi jefe decidiera si le molaba o si me odiaba. Dije que sí. 

Vale, no he olvidado aquel día en el que cogí mi última llamada y teléfono en mano juré que nunca más volvería a trabajar atendiendo a clientes cabreados. Pero tengo un piso que pagar, un gato que alimentar y todavía no tengo la constancia suficiente para acabar la mejor novela de los últimos 20 años. Además, la idea de dejar de hacer todo eso que mi jefe no sabía que hacía pudo más que cualquier otro pensamiento.

Me quedaba apenas un mes y medio de trabajo cuando fui a hablar con mi jefa.

- Si quiero irme antes que se acabe mi contrato a quien tengo que avisar?
- A mi. 
- Quiero irme antes que se acabe mi contrato.

Le dio la risa. Le expliqué la situación y le pareció bien, tampoco es seguidora de nuestro director en facebook. Nos tiramos un rato más riéndonos de la cara que pondría cuando se entere y luego le envió un mail explicando la situación. 
Al final me pidieron que me quedara hasta fin de mes (unos 25 días) para acabar un proyecto importante que tenía en marcha. Hablé con mi futuro jefe y aunque no le hacía gracia no quería entrar en conflicto con la empresa que paga a su empresa.

Fueron los 25 días que menos he trabajado en toda mi vida, que se pueden desglosar en los siguientes pasos:

1.- EL PROYECTO IMPORTANTE: Un día dije que tener el manual de procedimientos de una empresa tan importante a papel era bastante ridículo. Se me ocurrió que podíamos hacerlo tipo blog o wikipedia y me puse a ello. Al director cada día le gustaba más la idea, tanto que a los 4 meses era suya y la estaba vendiendo a todo el mundo como uno de sus grandes logros futuros. Después de pelear con los de IT, de probar aquí y allí, ya tenía preparado el donde y el como, sólo faltaba darle formato y subir información. Cuando lo presenté ya era todo planeado y ejecutado por otras personas, cuando el único que había trabajado en eso era yo. Ese día decidí pasar de ser el tonto a hacerme el tonto. Meses después el gran proyecto está parado, muerto y enterrado.

2.- HIPNOSIS: También decidí tomármelo todo como el protagonista de "trabajo basura". Me reía cuando me encontraba con cosas que meses antes me agobiaban y no intentaba solucionar problemas que por mi sueldo no me correspondía. Hasta un día me puse enfermo (!!!)

3.- SPAM: Puse a algunos remitentes que siempre está pidiendo informes extraños como "correo basura"en mi outlook. Pase de recibir 30 mails al día a recibir 2. 

4.- 2x1: El jefe, en un arrebato pasional, dijo que no iba a contratar un sustituto para hacer mi trabajo. No. Iba a contratar al sustituto y a un becario. Dos personas para hacer algo que no sabes lo que es. 

Pasaron los días y me fui al otro lado del pasillo. Ahora cobro menos, no tengo tickets restaurante y los viernes no me voy al mediodía. Entre otras cosas atiendo el servicio del chat de la empresa, algo que acojona el primer día pero que al segundo ya lo tienes mas o menos controlado. Tengo dos o tres responsabilidades más, pero nada que ver con todo lo que hacía antes. 

Todavía no han encontrado a los dos sustitutos. Cuando me cruzo con mi exjefe por los pasillos, con mi camiseta, mi barba de 4 días y mis Converse Weapon siempre le saludo con una sonrisa sincera y amistosa.

De momento la vida es más tranquila, he visto la película en siete versiones diferentes y conozco a todos los personajes. 

Y lo más importante, duermo una hora más.