lunes, 14 de febrero de 2011

Buzzer beater


Pasan unos días y los planes a, b y c se ponen en marcha.
Primera medida
Vamos a hacer llamadas salientes. De momento solo las haremos mi compañera coordinadora de la mañana y yo, cada uno en su turno compaginando nuestro duro trabajo de control de los equipos (equipos compuestos por 2 agentes por la mañana y 1 por la tarde). La idea es llamar a todos los clientes para informarles de un nuevo y revolucionario servicio. La recarga automática. Algo que ya pusieron en Vodafone hace milenios y que no le interesaba a nadie. El cliente puede programar una recarga semanal o mensual, que el sistema hace y luego le cobra por cuenta bancaria.
Problema 1:
De la gente con la que conseguimos hablar, el 20% no tienen cuenta bancaria, el 27% no entienden ninguno de los idiomas que hablamos y el 33% se extraña cuando les decimos de donde le llamamos, no tienen ni idea de la compañía que les da línea para poder llamar. Todo esto nos deja con un 30% de no contesta, teléfonos siempre apagados y pitidos desagradables.
Problema 2:
La gente no suele tener a mano el número de su cuenta bancaria, cuando consigues que alguien te escuche, te entienda y se decida a activar el servicio, no saben donde tienen la cartilla. Sumemos a eso que a los dos que llamamos nos da igual si contratan o no y tres días después tienes el resultado. El equipo de salientes pasa de dos a uno.
Total, que me ponen a atender llamadas junto con el otro agente de tardes que de momento ha sobrevivido.

Segunda medida
De perdidos al río. Como el teléfono no suena en toda la tarde, al jefe se le ha ocurrido que hagamos otros trabajos para otras empresas. Pagan 2 y sólo trabaja 1. Una de las chicas pasa a hacer encuestas de frutos secos, otra pregunta a la gente que tal fue en el taller mecánico.
A mi me han encasquetado hacer una intranet para que los que curren aquí en el futuro tengan un montón de información que no les va a servir de nada.

Tercera medida
Vuelvo a trabajar en fin de semana.
Si entre semana no llama nadie lo del sabado-domingo es para echarse a dormir. De hecho, cuando llego para el cambio de turno, la chica de la mañana está sopa perdida y tengo que llamarle al móvil para que me abra la puerta. Contramedida: El mac lleno de series y películas. Veo la muy interesante "3:10 to Yuma", la fallida "Los hombres que susurraban a las cabras" y me pongo al día con la season 2 de Fringe.
Llamadas? Sí, claro.
El domingo aprovecho para echar currículums por infojobs y el lunes llegan los inesperados resultados. Entrevista el martes en Manpower. Y el miércoles otra entrevista en LG.

Dos puntos abajo, tres segundos de posesión, un defensa encima. Cómo ganar en el último suspiro.



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