jueves, 3 de julio de 2008

Ir al cine gratis: ventajas e inconvenientes



El miercoles pasado el contacto que comenté hace días nos dijo que tenía un par de entradas para ver "los cronocrímenes". Yo me enteré del título de la película cuando ya estabamos allí, pero el plan era entrar con esas entradas gratis a una película de pago, que lógicamente no era la de Nacho Vigalondo. Resulta que no tenemos entradas suficientes y tenemos que pagar un par, hay 4 y somos 6. Bueno, se paga, no pasa nada, nunca me ha costado pagar por entrar en el cine.
Llegamos a las 22:00 y pastel (inducida por el comportamiento del tipo que ya nos dio las entradas de "la niebla", que entró con hamburgesas y patatas de Burger King a la sala) incita a su compañera de trabajo y al novio de esta que lo mejor es que pillemos la cena y la entremos en el cine. Me pregunta que quiero cenar, pero yo por principios me niego digerir comida rápida delante de una pantalla de cine.

Subimos y nos acercamos con mi bolsa llena de fast food a la taquilla, a ver en cual de los lados ponen el preestreno. Hay 14 pelis más para elegir, pero parece que el tipo que trae las entradas (que son las 22:20 y aún no ha llegado) ha visto todas menos dos, una que no recuerdo y "antes que el diablo sepa que has muerto". Vale, a mi me apetece verla, la verdad. Compramos dos entradas.

Esperamos 15 minutos en las escaleras y se nos acerca una chica que nos da dos entradas para ver el preestreno que no vamos a ver, pero las pillo y devuelvo las dos que hemos comprado. Sin problema. El preestreno empieza a las 22:30, son las 22:40 y el tipo de las entradas no ha aparecido. Propongo que le pidamos dos entradas más y entremos para que no de tanto el cante del cambio de sala. Al final el tipo llega dos minutos después y trás comprar cocacolas e ir al baño nos metemos en la sala de "antes de....". Hay 4 personas dentro y cuando nos sentamos entra un empleado del cine y nos mira alucinado. Han vendido 4 entradas y hay 10 personas. Parece que lo dejan pasar, no merece la pena tirarnos.

Empieza la película y con ella el festival de ruidos. Bolsas que se abren, uno que rebusca en la bolsa las patatas...Yo ya me había sentado lo más alejado del grupo, pero aún así el ruido era importante. Los dos señores que están justo detrás de mi no dicen nada, si yo estuviera en su lugar hubiera armado la de San Quentin Tarantino.

A los 10 minutos de película el novio de la compañera de pastel esta sopa perdido, casi roncando. El tipo de las entradas comenta la peli a un volumen tan alto que yo que estoy 5 sillas a su izquierda lo escucho como si estuviera a mi lado. A la media hora consigo aislarme un poco de toda la situación y la película no está nada mal, Lumet sigue en forma.
La peli termina y salimos. Empiezan los comentarios. Menuda mierda de película. Que rollazo. Hay un fallo, si al principo empieza después del robo como puede ser ese final...yo permanezco callado, en mi línea habitual. Pa que decir na.

La verdad es que uno intenta hacer esfuerzo para parecer más sociable, pero hay situaciones en las que ni yo mismo sé como me controlo. Nada, tampoco vale la pena. Yo sigo callado, como toda la noche, pensando en "Y, the last man", el último comic que estoy leyendo y en si merece o no la pena hacer una crítica de "antes de que...." en All Hell.

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